Hace millones de millones de años, los pocos Eternos que escaparon de
la corrupción de sus sistemas solares, lograron viajar a distancias
cósmicamente infinitas hasta llegar a la Tierra, conocida por ellos
como el planeta de oro. Levantaron su imperio, movieron mares,
hicieron crecer la tierra y crearon capas de presión y campos
magnéticos para protegerse de todo y todos. Se echaron a un sueño
eterno para regenerar sus heridas corrompidas, sin embargo, en su
despertar, encontraron vida. La vida para ellos es un plaga y, aunque
fueron fieles aliados en la Gran Guerra Cósmica, el Rey pétreo
amenaza con destruir toda la plaga que se cierne sobre su planeta y
desencadenar el nuevo alzamiento de su gran imperio.